lunes, 29 de septiembre de 2014

Ejercicio de identificación

Para los alumnos del taller de observación de aves, aquí van seis fotografías de aves para que practiquen. Todas las fotos son tomadas en la península de Baja California, por lo tanto, pueden haber aves del Valle de Mexicali, Cabo San Lucas, Guerrero Negro, etc.

Untitled Untitled Untitled Untitled Untitled Untitled

Para los que no tienen guías, pueden usar herramientas en línea como las siguientes páginas:
http://identify.whatbird.com/mwg/_/0/attrs.aspx
http://www.allaboutbirds.org/guide/browse.aspx

Criterios para la identificación de aves

Una parte esencial en la observación de aves es poder identificarlas, es decir, saber qué especie es la que estamos viendo. Si bien la identificación de aves es más sencilla que la de muchos otros organismos, algunos grupos de aves son más complicados que otros y las características que te pueden servir para identificar en las aves rapaces no son las mismas que te servirán para identificar patos. A pesar de ello existen características que pueden ser útiles en todos los grupos y de manera general serían estos:

-Forma y tamaño corporal.
-Colores y marcas distintivas.
-Comportamiento.
-Cantos y sonidos.
-Patrones de vuelo.
-Forma de alimentación.
-Hábitat.
-Distribución geográfica.
-Época del año.

Parecen ser muchas cosas en qué fijarse para la identificación y podría creerse que tantos detalles son abrumadores, pero con práctica se vuelven sencillos y rutinarios. Todo observador de aves con experiencia considera estos factores al momento de identificar, aunque muchas veces sin darse cuenta.

En posteriores entradas describiré cada uno de los criterios antes mencionados.

Tercer registro de Espátula rosada en Baja California Sur

Una de las delicias de cualquier observador de aves es encontrar aves raras, por lo que ver un ave que sólo se ha registrado dos veces antes en el estado es un evento para recordar y fue algo que pudimos vivir los observadores de aves que residimos en la ciudad de La Paz en 2012.

A inicios de ese año un extranjero realizó un registro inusual, varios individuos de Espátula rosada (Platalea ajaja), sin embargo, pocos fueron los que se enteraron de ello, así que pasó desapercibido, pese a que parece que las aves siguieron en la ensenada de La Paz durante todo ese tiempo hasta que el 29 de marzo alguien nos dijo que había visto un ave rosa volando cerca del manglar llamado El Conchalito. Inmediatamente fuimos a buscarlo, pero no logramos encontrar nada, ¿habría sido una Espátula rosada? ¿Ya se habría ido? La frustración era grande, antes de ese año sólo se había visto un individuo en la ensenada de La Paz y otro en Bahía Magdalena.

Los días siguieron pasando sin mayor novedad y yo seguí pajareando por mera diversión, hasta que un día, en semana santa, mientras visitaba las lagunas de oxidación de La Paz me acordé del registro aquel y decidí ir a buscar, sólo por si acaso, las escurridizas Espátulas rosadas. Todavía no había llegado al manglar del Zacatal cuando veo pasar un ave grande y rosada, así que corrí y no encontré una, sino tres, fue uno de los momentos más felices de mi vida como observador de aves.

A partir de ese momento, buscando en el hábitat adecuado las vi más seguido, un total de 15 veces más, hasta el 8 de julio, después ya no pude encontrarlas. Ya para ese entonces éramos varios observadores los que pudimos deleitarnos con esas aves tan coloridas, al menos tres adultos y tres juveniles. Todavía hay quien alza su mirada con la esperanza de volver a encontrarlas (y me cuento entre esos).

Platalea ajaja
Grupo de Espátulas rosadas juveniles en las lagunas de oxidación de La Paz, el último día que las observé.

Nuevas especies anidando en la bahía de La Paz

La bahía de La Paz (Figura 1) es uno de los sitios en México en los que se tiene mayor conocimiento de sus componentes naturales, ello por su cercanía a varios de los principales centros de investigación del país. Como habría de esperarse, las aves han sido uno de los grupos estudiados por investigadores y estudiantes de instituciones como la UABCS, CICIMAR, CIBNOR y CICESE, lo que ha conllevado a un conocimiento relativamente bueno de la avifauna acuática de la bahía. Sin embargo, por el crecimiento urbano de la ciudad de La Paz, que se encuentra en el extremo sur, así como del aumento en la actividad turística, los ecosistemas están en constante cambio, por lo que el monitoreo continuo de la zona es requerido.

Mapa
Figura 1. Mapa de la zona.

Una de las formas en las que se han visto reflejados los cambios en la estructura de las comunidades naturales ha sido la colonización de nuevos sitios de reproducción por parte de algunas aves acuáticas en la bahía, algunos de ellos directamente en sitios recientemente creados por el ser humano.

El Charrán de Caspia (Hydroprogne caspia) es una especie con poblaciones exitosas en Norteamérica, por lo que ha ido expandiendo su distribución reproductiva. En la península de Baja California sólo se había registrado su anidación en el lado del Pacífico, desde las cercanías a Ensenada hasta Bahía Magdalena (Figura 2), pero nosotros (el equipo del laboratorio de aves de la UABCS) encontramos 15 pollos en unos islotes creados por el ser humano en la ensenada de La Paz el 16 de junio de 2012 (Figura 3).

Hydroprogne caspia
Figura 2. Adultos de Charrán de Caspia junto a sus pollos en Guerrero Negro.

Hydroprogne caspia
Figura 3. Pollo de Charrán de Caspia encontrado en Islotes Afegua, La Paz, el 16 de junio de 2012.

En la misma fecha y lugar, encontramos 13 pollos de Gaviota reidora (Leucophaeus atricilla, Figura 4) y un pollo de Rayador (Rynchops niger, Figura 6). Los únicos sitios de reproducción reportados de estas especies en la península se encuentran en el Alto Golfo de California y Guerrero Negro (Figuras 5 y 7).

Leucophaeus atricilla
Figura 4. Adulto de Gaviota reidora.

Leucophaeus atricilla
Figura 5. Adulto de Gaviota reidora defendiendo a su pollo de un Charrán de Caspia en Guerrero Negro.

Rynchops niger
Figura 6. Único pollo de Rayador encontrado en Islotes Afegua, La Paz, el 16 de junio de 2012.

Rynchops niger
Figura 7. Adulto de Rayador volando a su nido en Guerrero Negro.

Y en la misma fecha, pero en Bahía San Gabriel, en el archipiélago de Espíritu Santo, reportamos por primera vez la reproducción de la Tijereta (Fregata magnificens, Figuras 8 y 9). Para la península sólo se conocía su reproducción en Bahía Magdalena, mientras que el sitio más cercano está en las costas de Sinaloa.

Fregata magnificens
Figura 8. Pollo de Tijereta en Bahía San Gabriel, Espíritu Santo.

Fregata magnificens
Figura 9. Hembra adulta de Tijereta recién dejando el nido para buscar alimento en el archipiélago Espíritu Santo.

Si bien hay cambios producidos por el ser humano que han degradado los ecosistemas, existen otros que han proporcionado nuevos recursos para algunos organismos; sin embargo, sea por bien o sea por mal, es importante continuar vigilando la dinámica natural de una zona en constante cambio, como lo es la bahía de La Paz.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Las aves de Baja California

La península de Baja California es un lugar único en México para la observación de naturaleza, pues su fauna es más similar a la del suroeste de Estados Unidos que a la del resto del país. La variedad de ambientes que en ella se pueden encontrar son muchos y muy variados, incluyendo manglares, selva baja (Figura 1), bosques de coníferas (Figura 2), desiertos (Figura 3), oasis (Figura 4) y chaparral, entre otros. Lo anterior ocasiona que en el territorio peninsular se hayan reportado hasta el momento 516 de las aproximadas 1,100 especies que en todo México se han registrado, es decir, cerca del 47% de las aves en poco más del 7% del territorio nacional.

San Antonio de la Sierra 03
Figura 1. Selva baja en San Antonio de la Sierra, Baja California Sur.

San Pedro Mártir
Figura 2. Bosque de pino en Sierra San Pedro Mártir, Baja California.

Desierto
Figura 3. Desierto en la región del Vizcaíno, Baja California Sur.

San Ignacio
Figura 4. Vegetación mesófila e higrófila en el oasis de San Ignacio, Baja California Sur.

Si bien la fauna local es similar a la de Arizona y California, la localización de la península y su pasado geológico han ocasionado que se encuentren también aves de afinidad tropical que difícilmente llegan a Estados Unidos, como el Paíño de Galápagos (Oceanodroma tethys, Figura 5), común en el sur de la península. Como habría de esperarse, la cantidad de subespecies endémicas que aquí se pueden encontrar es elevada, siendo las montañas del norte y del sur las zonas con mayor cantidad.

Oceanodroma tethys
Figura 5. Paíño de Galápagos en Los Barriles, Baja California Sur.

Pero si de endemismos se habla, no se pueden dejar de mencionar las cuatro especies endémicas:
El Güírigo (Toxostoma cinereum, Figura 6), se encuentra desde el sur en Cabo San Lucas hasta muy al norte, entre los valles formados por las sierras San Pedro Mártir y Juárez. Esta ave endémica es la más común de las cuatro, localizándose desde ambientes áridos hasta oasis.

Toxostoma cinereum
Figura 6. Güírigo en el estero de San José, Baja California Sur.

El Zafiro de Xantus (Hylocharis xantusii, Figura 7), cruza apenas el paralelo 28 y está asociado a zonas húmedas y de gran altitud, siendo el único colibrí presente en las zonas más altas de la Sierra de la Laguna.

Hylocharis xantusii
Figura 7. Zafiro de Xantus en la presa de La Buena Mujer, Baja California Sur.

El Tulerito (Geothlypis beldingi, Figura 8), anida sólo en los oasis de Baja California Sur, razón por la cual tiene serios problemas de conservación, encontrándose enlistada por la NOM 059 como en peligro de extinción.

Geothlypis beldingi
Figura 8. Tulerito, en el oasis de La Poza, Baja California Sur.

El Junco de Guadalupe (Junco insularis), apenas denominada a nivel de especie en 2014, se ha egistrado en la zona boscosa de Isla Guadalupe, territorio más occidental de México, también se encuentra enlistada por la NOM 059 como en peligro de extinción por los graves problemas de conservación que a lo largo de la historia han asolado a la isla.

De esta manera, mi objetivo con este blog es dar a conocer un poco de las aves bajacalifornianas, de los sitios para observarlas, de sus problemas de conservación, así como de algunos otros temas de interés para los naturalistas que viven o planean visitar esta tierra de contrastes, donde lo común es extraordinario y lo extraordinario común.